lunes, 17 de marzo de 2003

Hoy me he negado a engordarle el contador a nadie.
Dice el famoso artista Ron Glaubitz:
"la gente de la frontera no tiene identidad: cambia conforme cambia el dólar"

Hay un pueblo en la frontera entre Alemania y la Republica Checa que tiene tres paradas de camion, es atravesado por la via del tren y sufre de graves transtornos en el sistema de dranaje. Se llama Glaubitz.
Sin alas.

“Tres nopales para asarlos con limón, sal y pimienta, un kilo de tortillas, una Coca grande y una lata de frijoles de cualquier marca menos La rancherita porque saben mucho a manteca.” Fueron las últimas palabras que escuchó Manuel en su vida. Livier, su esposa, lo había mandado al mercado sin saber que tambien estaba mandándolo a morir.

“Chingado, se me olvidó decirle que me trajera unos Kotex sin alitas” Fue lo último que pensó Livier antes de que llegara Doña Licha, la de las tortas, para avisarle que a Manuel le habían aventado un carro encima, dejándolo tendido en el asfalto sin moverse, con los ojos abiertos y opacos, igualito al gato que mato el Marques hace poco mas de seis meses.

Los espasmos en el útero de Livier se intensifican mientras camina las cinco cuadras que la separan de la calle Abeto. En la esquina la reciben las caras palidas de algunos compañeros de Manuel. Es evidente que tratan de evitar las ganas de llorar. Los curiosos rodean el cadáver, no hay ambulancia, el mayor Viera se acerca a Livier.
--Los de la ambulancia no quisieron llevarse el cuerpo, tenemos que esperar a que llegue el semefo. Hay testigos, lo atropelló una cheroque blanca. Trataron de dispararle, ni un tiro le dieron porque, según dicen, se les atascó la pistola. Eran cuatro, lo alcanzaron con el carro mientras corría. Te recomiendo que evites verlo, mejor recuérdalo como era. No sé que decirte Livier, investigaremos árduamente este crimen. Manuel era un buen hombre, un excelente elemento de nuestra corporación.

Livier asiente automáticamente mientras dos manos le atan un suéter en la cintura, es Doña Licha, su cara llena de arrugas gordas la mira con lástima.

Sin pensarlo Livier se aleja del mayor Viera, Doña Licha balbucea un “Esperate Liviercita que te va a hacer daño”, Livier no da señales de escuchar. Se detiene frente al charco de sangre que rodea la silueta cubierta por una cobija de cuadritos. Su mirada se queda fija en la viscosidad del liquido que ha empezado a coagularse, le repugna pisarlo. Al fin decide dar un paso, al darlo, un hilo de sangre resbala de entre sus piernas, una gota se une a la sangre de Manuel.
Descubre la cobija con cuidado para decirle:
--Se me olvidó decirte que me trajeras Kotex. Ni un hijo pudiste darme, infeliz.

viernes, 14 de marzo de 2003

ya yista?
Su nariz no le gustaba: la puso en manos de la cirugía plástica. Su alma no le gustaba: la puso en manos del psicoanálisis. Pero lo peor es su signo astrológico. Le gustaría mucho ser Escorpión, Virgo o Cáncer. Cualquier signo diferente al suyo porque siempre la pone en conjunción negativa con aquellos a quienes ama.
Signo, oh mi signo voraz, qué puedo hacer con mi signo?
Afortunadamente existe la Clínica Mundial del Lifting Zodiacal, donde te reconstruyen el cielo y la hora del nacimiento, no me preguntes como. Te rehacen un signo nuevo, es la clínica del destino.
Signo, oh mi signo fatal, tu eres el que cambia y yo no soy nada. Signo nuevo, el injerto es frágil. Hay que cuidarse mucho del ascendente y no cambiarlo con demasiada frecuencia. Sobre todo, no hay que pasearse nunca desnudo bajo el signo de uno.
Signo, oh signo voraz, tu devoras a la sociedad carnivora.

Jean Baudrillard en Cool Memories
Hace tiempo que limité mis dádivas a un simple: “No se regala dinero”, despues de varias experiencias desagradables ante la pobre madre del niño muerto que minutos despues estaba tomandose una caguama alegremente en la playa con el resto de las comadres y un monton de niños resucitados, o los heroinómanos que traen la llaga putrefacta en la mano y la enseñan a los automovilistas para que los ayuden a curarse pero que en realidad sólo quieren para el siguiente fix, o de los falsos migrantes que cuentan una trágica historia pero a quienes la nariz aplastada y los piquetes en los tatuajes delatan su adiccion al cristal. No más dinero, a nadie, ni aunque vengan con cuentos de que son de la cruz roja, o que me vienen a tomar la presión. Ni a ciegos ni a mudos. Nada. Ni un peso verán de mi bolsa porque no quiero y porque soy muy mala.
El mendigo no produce, solamente lucra con nuestra moral y a cambio recibe un pago, es decir, el mendigo es un empleado de nuestro ego. A cambio de dinero nos hace sentir bondadosos. Sin embargo, al darle el dinero al que no trabaja ni produce, lo único que hacemos es retardar el ciclo económico.
Si los mendigos persisten en su afán de pedir dinero, propongo que abandonen la clandesitinidad y ofrezcan su servicio abiertamente, que paguen impuestos, que tramiten su certificado de mala salud, que tramiten una licencia para mendigar. Así en poco tiempo veremos en los periódicos anuncios como este: “reconforte su alma, regáleme una lana”
Como no se me ocurre nada que postear, copypasteo un texto del año pasado, acerca del día de la mujer. Demasidado falto de imaginación, ya sé, pero lo saco nomás porque es marzo.

¡Mamacita! ¡Ay guerita! ¡Chiquitíiiiita, mira nomás! ¡Morenita! ¡Qué ojotes! ¡Traes las altas! ¿Tienes frio? No me digas: 36 doble D.
Las mujeres escuchamos estas y otras frases del mismo tipo todos los dias. No importa si estamos flacas o gordas, si somos guapas o feas, si tenemos la cara similar a un destapador de cerveza o a una cuchara de palo. A veces ni siquiera importa el sexo del sujeto piropeado, con que parezca mujer basta. El que arroja el piropo no discrimina. Construye en la mente enunciados cada vez más complejos con la intención de producir sorpresa, bien sabe que la combinación de palabras más sucia intensificará el rubor. Jamás se indignará ante una réplica, al contrario se regocija; una mentada de madre es su mejor recompensa, la saliva que brinca entre la /p/ y la /i/ cuando le llaman “estupido” será el combustible de su sueño en la noche.
Hay mujeres que disfrutan del piropo, del sh, sh, de la mirada desnudadora, del gemido que expulsa un desconocido en un carro, nada responden, no se indignan, se jactan de su buenura y la menean con osadía.
Este tipo de conductas son parte de las condiciones y tradiciones de culturas como la nuestra. Aunque para las feministas acérrimas pueden llegar a ser humillantes, para la mayoría de las mexicanas el piropeo es algo con lo que hemos aprendido a vivir y quizá tristemente nos extrañaría caminar por una calle silenciosa.
Es dificil entender por qué tantos hombres insisten en el acoso verbal. Quizá su satisfacción proviene de la sensación de poder que obtiene el que no puede someter fiscamente a la que ve, pero verbalmente puede llevarla hasta la vergüenza y la vergüenza es el colmo de lo íntimo, el que la siente se degrada, va con la honra herida y su única alternativa es agacharse, dándole de esta manera la victoria al agresor.
No celebro el ocho de marzo. Es absurdo que se me congratule un día por haber nacido mujer, porque disfruto de serlo todos los dias, toda la vida. El hecho de que se haya implantado un día para celebrar la mítica figura del ente femenino, no evita que se nos falte al respeto en la calle. El acoso verbal es sólo uno de los modos más vulgares de sometimiento pero sabemos que hay otros más finos y tantos que no alcanzan todas las páginas de este periódico para nombrarlos. Ya entrando en plena especulación... ¿No podría ser el día de la mujer uno de ellos?
¡Mamacita! ¡Ay guerita! ¡Chiquitíiiiita, mira nomás! ¡Morenita! ¡Qué ojotes! ¡Traes las altas! ¿Tienes frio? No me digas: 36 doble D.
Las mujeres escuchamos estas y otras frases del mismo tipo todos los dias. No importa si estamos flacas o gordas, si somos guapas o feas, si tenemos la cara similar a un destapador de cerveza o a una cuchara de palo. A veces ni siquiera importa el sexo del sujeto piropeado, con que parezca mujer basta. El que arroja el piropo no discrimina. Construye en la mente enunciados cada vez más complejos con la intención de producir sorpresa, bien sabe que la combinación de palabras más sucia intensificará el rubor. Jamás se indignará ante una réplica, al contrario se regocija; una mentada de madre es su mejor recompensa, la saliva que brinca entre la /p/ y la /i/ cuando le llaman “estupido” será el combustible de su sueño en la noche.
Hay mujeres que disfrutan del piropo, del sh, sh, de la mirada desnudadora, del gemido que expulsa un desconocido en un carro, nada responden, no se indignan, se jactan de su buenura y la menean con osadía.
Este tipo de conductas son parte de las condiciones y tradiciones de culturas como la nuestra. Aunque para las feministas acérrimas pueden llegar a ser humillantes, para la mayoría de las mexicanas el piropeo es algo con lo que hemos aprendido a vivir y quizá tristemente nos extrañaría caminar por una calle silenciosa.
Es dificil entender por qué tantos hombres insisten en el acoso verbal. Quizá su satisfacción proviene de la sensación de poder que obtiene el que no puede someter fiscamente a la que ve, pero verbalmente puede llevarla hasta la vergüenza y la vergüenza es el colmo de lo íntimo, el que la siente se degrada, va con la honra herida y su única alternativa es agacharse, dándole de esta manera la victoria al agresor.
No celebro el ocho de marzo. Es absurdo que se me congratule un día por haber nacido mujer, porque disfruto de serlo todos los dias, toda la vida. El hecho de que se haya implantado un día para celebrar la mítica figura del ente femenino, no evita que se nos falte al respeto en la calle. El acoso verbal es sólo uno de los modos más vulgares de sometimiento pero sabemos que hay otros más finos y tantos que no alcanzan todas las páginas de este periódico para nombrarlos. Ya entrando en plena especulación... ¿No podría ser el día de la mujer uno de ellos?
Viene de San Juan Chamula, donde toman cocacolas en el templo porque con los eructos salen los demonios.

jueves, 13 de marzo de 2003

Como se le hace para convertirse en escritor de telenovelas?
Reapaso el dedo por el memory stick. La capa de polvo se pega a la yema, con el pulgar trato de convertirla en una bolita, se resiste, se empeña ser una mancha de polvo en mi dedo. Pienso en levantarme a lavarla. No lo hare. Prefiero torturarla con el tecleo.

sábado, 8 de marzo de 2003

De risa la desaparición del blog de Rafa. Déjalos que gozen su victoria por un par de dias.

No la creia, quién puede haber con tan poco quehacer que decida asi nomás secuestrar el blog de otro?

Le pedirá un jugoso rescate a Rafa?
Le cortara pedacitos al blog y se los mandara por email para mantener al angustiadísimo Rafa bajo pr
Me gusta este. Aunque creo que me cansare pronto de tanto whipped cream de uva. La plática de ayer me hizo que lo cambiara, despues de pelear un rato con el otro me decidí por este, no está mal aunque no soy girlie en absoluto.
C: Tom Waits?
L: Yes, It was given to me some time ago.
C: I like it.
L. I do too, I know nothing about music, but luckly I have friends who do, I get my music from them. I listen to whatever they give me.
(aqui L. se queda pensando en Melissa, Rogelio, Toño Rotuno, Betancourt, Chenx, Aislinn... Ash, que se enoja porque L. siempre se equivoca al escribir su nombre)

miércoles, 5 de marzo de 2003

Se extraña un hombre ( o alguien mas fuerte o valiente que una) en la casa cuando:
a) aparece un ciempiés color sangre negra en el fregadero.
b) es necesario mover de lugar un garrafón con agua

Lo primero se resuelve de un modo vergonzosamente ridículo:
se tiran papelitos ardiendo al fregadero hasta que el ciempiés huela a tostado, luego se deja correr el agua para ahogarlo (por si quedó medio vivo), luego un funeral con música de toilet flush (debería haber una banda punk con ese nombre).

Lo segundo puede esperar.
Lei en el blog de Rafa Saavedra: "Según un diario local Tijuana es la ciudad más insegura de Baja California."

Esto me hizo pensar en las otras ciudades de Baja California y en preguntarme: Cuáles otras?

Si Ensenada es un eterno Infonavit, Mexicali es un pueblote en medio de la tundra, Tecate es una panaderia-cerveceria con intermedio de casas y Rosarito es un cementerio al que vienen a morirse los gringos viejos, entonces Tijuana es la única ciudad de Baja California.

La más insegura, la más segura, la única.

Obligatorio ver esta película:

Chasing Sleep (le pusieron Paranoia en español)
Dirigida por Michael Walker.
'En su tinta', Cuento de la semana de El Angel en reforma.
Por Mariana Martínez, desde Playas
http://www.reforma.com/elangel/articulo/264907/
also check: www.marazuli.blogspot.com
'En su tinta' fue leído y criticado por primera vez en el taller de Cristina Rivera-Garza.