miércoles, 27 de noviembre de 2013

Si cierro los ojos veo Ladas corriendo desaforadamente sobre la calle del malecón mientras bebo ron con jugo de tetrapak cubano y me cae sobre los hombros la brisa cálida del mar por cuya orilla ratas enormes hacen fiesta de noche.  

Y soy completamente feliz.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Le apuesto lo que quiera a que por su pueblo (en su calle, frente a su casa) nunca ha paseado un puñado de rancheros ensombrerados arreando dromedarios.

Rosarito no es pueblo mágico, es un pueblo-set de películas de balazos hundido en un time-lag postmethsurrealista.

jueves, 21 de noviembre de 2013


Tijuana es como Sevilla en la época de Cervantes, es la Nueva York de los migrantes.

Mario Martín-Flores

martes, 19 de noviembre de 2013

Manejo siguiendo de manera ordenada el sistema de luces, bajo los ojos al velocímetro, no doy el paso a los peatones porque no hay. Aquí nadie camina, a menos que sea con el perro. Canto con mi voz de hilo, de aire que entra por una ventana mal cerrada y la recuerdo: negra, descalza, con el vestido amplio sobre las caderas, hinchando los pulmones para bajar la voz al vientre. El saxofonista era malo, el pianista era un charlatán, no recuerdo el bajo, el muchachito de la trompeta se escondía detrás de una bocina para salir a veces con una flauta, no sé ni qué decir de las percusiones, el baterista llegó tarde y le quitó las baquetas a un pobre muchacho que se bajó del escenario muerto de vergüenza.

Pero ella.

Le regalé mis gritos, aplausos, lo que pude. Me dieron ganas de regalarle un vestido, pero hubiera sido muy raro. Ella me decía "gracias" con la risa controlada y esa voz de aceite de motor corrido por más de 30,000 millas, pesada, tersa, dulce.

martes, 12 de noviembre de 2013

Hace muchos años entré a un laberinto en un centro comercial de Tijuana. Era una torre de pequeñas cajas de madera cubiertas de algún tapete corriente,  había que ascender a ciegas y luego bajar de manera gradual entre gritos, claustrofobia, ahogos hasta salir a través de una cortinilla negra.