sábado, 30 de octubre de 2004

La mujer tiene la espalda contra la pared, a su lado sentada sobre un banco le sonrio por pura cortesía, distraída hablo con uno al que no veía desde que tenía 38 y ya va para los 45. Siento la mano fría de la mujer tocar mi mano, vuelvo a sonreirle ahora con nervios. Pensará que puede tocar a cualquiera que esté al lado suyo?

--Qué finas tus manos. Y las de tu novia tambien -refiriendose a las de Amaranta-.

No pienso ni por un momento en aclararle que Amaranta no es mi novia. Sonrío, retiro la mano, agradezco el cumplido. le digo que sus manos son bonitas, sonrio. Ella me abraza por sorpresa, permito el abrazo brevemente, no puedo rechazarlo, estoy en su territorio, son sus reglas.

El anillo de casada sirvió hace rato para espantar a un boricua bailador, a una fetichista no hay anillo que la intimide.

viernes, 29 de octubre de 2004

Recibir una llamada intercontinental, desde un pais hundido hasta este pueblo remojado, me hace sentir ridículamente importante, especial. Al menos para alguien.

Lo curioso es que rara vez me llama alguien de Tijuana (bola de codos). De Rosarito ni hablar.

Hace falta la voz Michi, pero más el abrazo.

miércoles, 27 de octubre de 2004

Irse a dormir pensando en una cosa, levantarse pensando en lo mismo.

domingo, 24 de octubre de 2004

1. Ni un cigarrillo en 18 dias. Ni un purito, nada. Una garganta resentida que todavía no quiere aliviarse bien.

2. Maritza dice que cualquier cosa que no tiene explicación es porque tiene un trasfondo sexual.

3. Daniela ya puede caminar de nuevo, lo hace con la ayuda de una andadera, ya puede prepararse algo de comer, sacar una bohemia del refri, ir al baño ella sola. Quiere un sofá, si alguien puede donarle uno escriba.

4. Dónde estará la Babisol? si alguien la ha visto escriba. La Ninis quiere verla.

5. Alex tiene razón, Tom Waits suena a santaclós, un cínico santaclós con cruda de tabaco.

6. El Marqués extraña a la Coyota.

7. No one to call, nothing to do, just work and wash the uniform. The liquor store is right across the street, I don´t feel like drinking.

8. La obsesión de los hombres con los aparatos. He bought another lens.

9. I need to be away alone.
No lo creia pero es verdad, hoy me di cuenta. Dejan de hablar como ellas, dejan de pensar como ellas para convertirse en una versión femenina de él.

Too pink.

sábado, 23 de octubre de 2004

Dos mujeres venden chicles canels a mitad de la calle, una de ellas se parece a mi tia Marta; es delgada, su piel blanca se ha oscurecido con el sol, sus labios delgados lucen insipidos, la mirada seca. Su cara inexpresiva intenta lucir indiferente, las marcas sobre los labios denotan sufrimiento. Recarga mecanicamente los paquetitos de chicles sobre las ventanillas. Nos observa hecha un robot.

Probablemente nunca se ha parado desnuda frente al espejo a observar lo que ha hecho el tiempo y la vida con su cuerpo, o tal vez lo hace a diario, se ve los labios, recuerda sus besos, las pieles que han tocado sus manos.

El olor de su hija al nacer, la misma que ahora recoge los chicles de las ventanillas.

viernes, 22 de octubre de 2004

I have to make a phone call.
Sonrisa. Tos. Sonrisa.

Y sera en el surco mi sombrero bajo el sol faro de luz.

Tos.

Feliz.

jueves, 21 de octubre de 2004

La calle negra y brillosa, morrissey rifa.
El alumbrado publico no funciona, dan ganas de ir a correr un rato
Las sirenas dejaron de sonar
Es una buena noche para seguir despierta.

Wake up dear, don´t forget that your daughter goes to school tomorow.

miércoles, 20 de octubre de 2004

Su mama le bordaba una P en las bufandas, seguramente ella escogía los suéteres que usaba y que le ganaron el álias de El Cesar Costa. Era pequeño, de pelo rizado, sonriente, tímido, se juntaba con las nerds del salón. Yo me juntaba con los malos del salón; Álvaro, el deathmetalero, me contaba indecencias al oído en la clase de literatura. Adrián, el rapado (a quien me encontré hace unos años en el centro con la dentadura rota), me pedía que le clavara las uñas en el brazo. Palomo, a quien le deje de hablar después de la quinta vez que me levantó sobre el barandal y amenazó con dejarme caer desde el segundo piso (y quien todavía me debe un cassette de Jane´s Addiction). Los malos odiaban a P, era parte de ser malos, había que odiar a alguien, lo más cómodo era odiar a alguien débil.

Hace tiempo M burlandose de mi dijo: Tu como siempre, te pones del lado de los que van perdiendo (perdon pero no sé cómo poner comillas). M no se dio cuenta de la verdad iluminadora que me dijo, ese comentario me hizo entender tantas cosas.

Y como siempre, defendí a P, lo hice mi amigo, lo cuidé, me hice cargo de que dejaran de llamarlo el gutierritos, lo invite a la Clicka a fumar y tomar raspados de Tecate. Le presenté al Ron y a la Micha, a Lou, a todos, lo llevé al Papa´s con Mariana vestidos con sabanas a tomar barra libre adulterada.

Eran buenos tiempos, dice la Micha todavía.

Nada que hacer un viernes en la noche, mas que pistear, revelar un rollo, fumar, hablar, aplicar la técnica (entrecomillas, ya me disculpe) para hacer pis, por que no habia baño. Hasta que nos enfadabamos y la Micha gritaba: vamos a ver el amanecer!

Durante la prepa siempre le di sus vueltecitas a P, un día le pregunté si entraría a la universidad, me dijo que si, que iba a filosofía, nunca habiamos hablado de eso y no se sorprendió cuando le dije que yo iba a lo mismo.

Un día de campo en que dijimos que iríamos hasta el cerro de la mesa y nomás llegamos al Chicote, P se gano el AKA de Piro por su obsesión con los cerillos y por el pequeño incendio forestal que provocó, mismo que fue apagado con hielo derretido, cerveza y el producto de la misma.

En Humanidades dejó de usar sueteres y bufandas, dejó de ser debil. Reafirmo su apodo al casi ser expulsado por andar quemando corchos. Después de muchas aventuras se fue a España, al poco tiempo me fui a Berlin, estuvimos a muy poco de encontrarnos allá, me escribió un email desencantado que todavía guardo en el que me decía: Al final todas las ciudades se parecen, no hay escapatoria.

No se si ahi fue cuando lo perdí de vista, no recuerdo. Nunca me vio embarazada. Se fue a Puebla o quien sabe a donde, me llegaban trazos de historias inverosímiles, que lo habian visto en un camión actuando, que se habia quedado tirado por dias en la Guerrero, que traia dreads y barba (que pasaría con sus bufandas?). Le escribí varias veces me contestó unas dos.

Lo último que me dijeron es que se habia convertido en testigo de jehová.

Si alguien sabe algo de Juan Pablo Huerta Rivera comuniquese a: lorenamancilla@hotmail.com
AKA
Pablito
Piro
Yanpol
Usa lentes, es moreno claro, de estatura medianamente baja, pelo negro rizado, complexión mediana.

martes, 19 de octubre de 2004

Se rumora que la Ash vio a Mickey Mouse sin cabeza y a La Cenicienta comiendose una hamburguesa en la cafeteria.

lunes, 18 de octubre de 2004


La casita fonki.

Mari-posa (encontrada por la mañana dentro de la casita fonki).

El buró que se quedara en la mini casa que me rentaron amueblada.
Creía que era leyenda tijuana: un Crown Victoria blanco maltratado precedido por un spanking Mercedes S500 del año, ahí nomás orillados en la línea, estacionados justo antes de cruzar la pintura amarilla que marca la frontera en el pavimento (frontera, que bonita palabra, seguro significa: la tierra del frente). Yo, espiando descaradamente por el espejo ambos carros, el mercedes vacio, vigilado por el conductor del CV.
La linea transcurria con lentitud, apenas habiamos avanzado tres carros cuando apareció por la Sentri un Mercedes SUV negro escoltado por otro Crown Victoria blanco, se detuvieron a la altura del S500, bajó un hombre alto, barrigon, fuerte, vestido de negro, portando una gran chamarra de piel, con pasos largos le dio la vuelta al SUV para abrir caballerosamente la puerta de su acompañante, una mujer de unos cuarenta muy bien cuidados y mimados años. Gran estilo, peinado sobrio recogido en la nuca, falda negra a la rodilla, blusa blanca, suéter negro (de cashmere, segurito) colgado al modo preppy sobre los hombros, maquillaje impecable, delgada, seria, elegante, maravillosa!
La pareja cruzo la calle para abordar el S500, se metieron en la fila para cruzar.

Cuenta la leyenda que a las personas que tienen antecedentes delictivos, el gobierno de EU les niega la tarjeta de cruce rápido por eso el futuro presidente municipal se ve obligado a (para no tener la incomodidad de estar ahí esperando entre la chusma, la lluvia, el solazo, los encabezados del periódico, las revistas indecorosas que ofrecen excholitas) enviar una persona que haga la fila por él.

domingo, 17 de octubre de 2004

?El hombre representa la edad de la mujer que acaricia (claro, cuando es más jóven)?, oi decir a un mariachi que me cayó gordo por machito retrógrado. Secretamente mi ego quedó herido, será que los hombres sienten que la cercanía a la juventud ajena los rejuvenece.

Desde chica elegí la compañia de gente mayor, una de mis mejores amigas de la infancia era doña Porfiria, una comadre de mi abue que vivía detrás de mi casa, iba con ella con el pretexto de que me diera una ramita de oregano o de yerbabuena. A veces la encontraba lavando ropa o curtiendo aceitunas (usaba los mismos baldes para hacer ambas cosas). O la Selene, que a mis ocho años me contaba sus aventuras de quinceañera incestuosa. Me juntaba sólo con gente que fuera por lo menos tres años mayor que yo, y no era algo que hiciera a proposito pero cuando llegaba la hora de preguntar la edad resultaba siempre que yo era la más chica. Hace tiempo que eso cambio.

Por estos dias me llega la preocupación de la edad. Escucho atenta cuando un desconocido me tutea o me ustedea, cuando me dicen señora y cuando me dicen muchacha. Vigilo la arruga en el entrecejo, las marcas que me han dejado las sonrisas entre cachetes y boca, las ojeras. A cuatro meses del cumple me preparo para despedir los 20.

Ya no soy inmune a los desvelos ni a la cruda. Los riñones ya no son los mismos, he descubierto lo que es el estres y la arritmia. Le hago caso al cuerpo cuando pide leche, fruta, pescado. Trato de no escuchar cuando pide dulce.


martes, 12 de octubre de 2004

Castaño Seductor.

Enciende la luz del espejo. Sobre el lavamanos caen pequeños mechones del Castaño Seductor que le vendió la caja de Koleston. Su cara se refleja triste. Incapacitadas por el chato filo, las tijeras cortan furiosas. La porcelana amarilla pintada de hebras.
No hay musica, al mediodia no cantan los pajaros. Ha echado seguro a la puerta (nunca lo hace). Pretende no escuchar los ruidos en la cocina: dos pasos, cambio de estación al radio, agua que corre, dos pasos, el arrastrar de una silla. Silencio. El pelo cruje, luego cae, dos pasos, dos y dos más, las visagras de una puerta que se abre y se cierra.

Malditos hombres.

La vida entera de construcción, de remendar inseguridades para que llegue uno a disparar una frase con la que se cae todo.

No hay simetría, es necesario un poco mas de filo. Enjuaga para no cubrir la cara de pelitos que la cieguen del terreno que ha perdido gracias a la vida en común.

Se ha negado a escuchar lo que ya sabe. En un esfuerzo por recuperar lo que era de ella y levantar sus propias piedras, se ha cortado el fleco tan odiado por él.

domingo, 10 de octubre de 2004

Por fin me ha vuelto la voz, suena scratchy. Podria cantar canciones de Paulina Rubio.

Hoy me dijeron: suenas como travesti.

sábado, 9 de octubre de 2004

Uno al que ya no veo dijo una vez: Hacer su propia casa es la mayor dignidad del ser humano (le rompí en su madre a la frase original pero la idea es esa).

Ayer subí a contemplar las dimensiones del minidepa que se construye sobre el techo de una pollería, ya puedo ver que la puerta quedó justo en el escape de la cocina de los pollos, pero no importa, nada importa.
En el depa todo es minúsculo, la cocina es del tamaño de una mesa de seis puestos. El cuarto de Chaparrita será chiquitino como ella, mi recamara es más grande de lo que pensaba, tendra gran espacio de closet y dos ventanas pero la minisalacomedor es tan chiquita que en lugar de sofa tendra love seat, pero no le hace. Quiero dejar de pagar renta.

Visité el lugar por la tarde, el cielo empezaba a ponerse amarillo, la tarde estaba un poco fría. Ninis hacía mímica dentro del esqueleto de las paredes de su recamara, con sus manitas tocaba una cama imaginaria y describía el lugar donde tendrá su tele. Yo trataba de descifrar si sera posible ver la puesta de sol desde su ventana y como chingados le voy a hacer para arreglar el piso. Lou se quejaba de que era todo muy pequeño.

Para esta semana me queda de tarea

Cercar el patio.
Decidir que pasará con la escalera.
Hablarle al pirata del Clemente para que me cotize (cómo se escribe?) instalación eléctrica y plomería.
Buscar una puerta.
Mi pecho expele delicadas flemas color salvia a quienes acuesto sobre un papelito.
Envidio a los que saben escupir, sobretodo a los que lo hacen en la carretera mientras manejan, quiénsabe cómo jalan la mucosa del pecho y la escupen (sin salpicarse la camisa) sobre el pavimento, en cambio yo, ahí me veo en el lavamanos, toso, hago sonidos de mucosa en movimiento, casi me ahogo y como siempre el resultado es mucho ruido y poca flema.

Aunque esta vez parece que mi método funciona.

Ante la inminencia del resfriado me vitaminé como pude, al ver que no sería muy grave, muy confiada salí, fumé, tomé tequila (poquitita) y cerveza hecha raspado bajo las estrellas, al día siguiente perdí la voz (después de un poco de vino). Ayer,de nuevo muy confiadita fui a despedir a la Ash en el resta donde trabajaba, creia que ya podia hablar, lo hice con voz de lija.
El Memo me trajo un ?remedio?(preparado por Mr. Pelos) para la garganta lastimada que consistía en tequila tibio con anís, limón y algun otro ingrediente desconocido (ojala que no haya sido un pelo), como me hizo sentir bien quise probar un traguito del vino que tanto celebraban los seudoenólogos que había en la mesa, en consecuencí perdí la voz de nuevo. Me despedí, solita me regresé a la casa a practicar el arte de escupir.

Hoy a pesar de que mis compromisos de doña rosaritense me reclamaron (un shower, un bautizo y el babay party en la casa de Ash (con barril), elegí hacer caldo de pollo, quedarme en la camita y hablar solo en susurro porque tengo voz de robot descompuesto, aunque hay momentos en que ni eso.

martes, 5 de octubre de 2004

Era una boda igual que casi cualquier otra. Vestido blanco, tuxedos, invitados, pollito (muy bueno) con esparragos, piso 26 del Hyatt Regency Downtown L.A., vista en redondo para toda la ciudad (el lugar era un restaurante giratorio al que se le descompuso el motor). Los invitados venían de distintos lugares; Sacramento, downton L.A., North Carolina, la Colonia Mazatlán, El Mañana, etc.

Sentada en la mesa de los Corona (que me hubiera gustado más estar en la de los troqueros de El Mañana), dediqué un rato a observar a los tíos (de 11 hermanos fueron invitados tres, habia una mas que era la mama de la novia). Mi tio Chepe, que dejó su natal Rosarito para cruzar cerros e irse a trabajar a L.A., mi mama, que es igual de cobarde que yo y prefirió quedarse en la Mazatlán for ever, Mi tia Lucía cuyo único trabajo anterior a casarse fue en una tortillería y después de casada se dedica a colaborar con la administración de los siempre cambiantes negocios del Tio Jaime. La mama de la novia mi tia Chela que fue enviada junto con mi tia Cathy a Los Angeles, para que pudieran pagar con su trabajo un dinero que las hermanas de mi abuelo habian prestado para operarlo de una de las tres rajadas que tuvo en la panza.

Con tales antecedentes reflexioné a la ligera sobre mi familia. Mis abuelos llegaron recien casados de Jalisco, aqui nacieron sus once hijos, uno por uno se les fueron yendo: Cathy, Chela, Chepe, Angel, Marta. Aqui se quedaron Maria Elena, Benito, Lucía, Martin, Toto, Carmen. De niña no conoci a varios de los tios porque "se habian ido al otro lado. y no tenian papeles para cruzar". Allá nacieron muchos de mis primos a quienes conoci hasta que tenian 12, 13 años, a otros hasta hoy no los conozco.

Lo que descubri en la boda es que nunca habia considerado que la migracion estuviera tan dentro de mi familia, al observar alrededor, al novio, a los amigos de los novios, me di cuenta que eran hijos de migrantes igual que mi prima. Vi a un señor igualito que Benito Juarez en el billete de cincuenta pesos (el azul viejito, quien lo recuerda). Que extraño me parecio el contraste del hotel de lujo, las place cards, las pantallas de tele, la vista de la ciudad enorme en los ventanales, con esa crowd tan sencilla oyendo al mariachi. Era conmovedor, such a nice wedding. Tanto que inicie una platica con mi Tio Chepe, acerca de sus motivos para convertirse en migrante. Los que me dijo eran los obvios, solo una frase me impacto:"Al que llego aqui y no le toco trabajar en el campo o en las fabricas de costura, no batallo nada, la tuvo bien fácil". Luego me apuntó con su tequila sunrise a un edificio que se veía a lo lejos "Ves aquel edificio de allá, ahí trabajé cosiendo pantalones".