domingo, 30 de marzo de 2008



Las deliciosas tetas de Don Omar Pimienta.
(más fotos en su blog, link aquí al ladito)
"A mamá no le gusta la fantasía"

(lo dijo la Ninis)
Los pequeños sarcasmos, las historias a medias, el enviciante juego de los insultos, las tristezas solitarias, las fugas simuladas, los planes secretos. Darse a pedacitos y luego robar lo que se había regalado. Correr en lineas paralelas espejeando siempre los movimientos del otro, a la defensiva, con todas las sospechas astilladas en la piel.

Hacer la pregunta una vez más, la misma: qué puede pasar, do I care about this person?

La respuesta se queda en el apartado de las historias a medias.

sábado, 29 de marzo de 2008



Un texto que salió en el Periódico El Mexicano el jueves 27.

jueves, 27 de marzo de 2008

"Si tu y yo nos llegamos a separar, te aseguro que no me vuelvo a casar... con una mexicana"

miércoles, 26 de marzo de 2008

Pedazos de distintos diálogos imaginarios.

¿y qué tal el ruso? ¿mejor que el pinche holandés culero resbaloso aquel?

(...)


yo quiero 12.000 dlls
haría tantas cosas con esa plata...
estuve viviendo cuatro dias con 5 pesos o sea como 1.50 dlls
imagínate lo que haría con 12.000 dlls
seria el rey del mundo
me compraría el sol
y viviria de por vida de ganancias por derechos
que me pagaría la gente que usa mi sol

(...)

Y aunque a veces no alcance, que existan personas como vos nos ayuda también a existir a otras personas. Es así de simple. A veces sin saberlo somos la inspiración para que otros también puedan vivir, es un contrato implícito.

(...)

como ya sabes yo no escribo en manada, soy loner. pero podemos intentar, de cualquier modo.

Sigo en Los Angeles, mi descanso no ha sido mucho, he andado de arriba para abajo todos los días, pero ya mañana vuelvo a Rosarito. Para lo que me sirvió este viaje fue para estar sola con mi hija, sentirme de nuevo independiente y no pensar en negocios, ni nada de las preocupaciones de siempre, ni siquiera pensar en la escritura, sino más bien, aprender a usar mapas y a ubicarme dentro de ellos: perderme y encontrarme.

He hecho muchas cosas, desde el dirty shopping en los lugares más miserables de Los Angeles, donde se venden pipas de crack y pornografía (que no compro) al lado de las hookas y los papeles de sabores que vendo en la tabaquería, hasta los centros comerciales más trendy de la ciudad. Fui al LACMA, donde mi hija corría asustada por los pasillos donde estaban los Picassos, no sé por que la impresionaron tanto, no los queria ver, al final decidió que la manera de recorrer ese museo era con los ojos cerrados. Otro día la llevé a un parque a que recogiera huevos de pascua. Me pidió el turismo clásico del teatro chino, donde se tomó fotos con las huellas de su actor favorito: Johnny Dep y con las de los niños de Harry Potter. También fuimos a pasar un día entero en la playa, quiso ir al Guitar Center de Sunset, que me queda muy cerca y se midió sus zapatitos emocionadísima con las huellas de Jonhny Cash, que le encanta. También vimos algunos amigos, pero la mayor parte del tiempo hemos estado solas recorriendo, caminando, tranquilas.

Todos los días termino muy cansada, me duelen las piernas de tanto caminar. Me sorprende cómo Los Angeles adapta. A las horas de haber llegado todo deja de ser nuevo. El anonimato y la soledad, perderse. No sé, es placenteramente desolador.

martes, 25 de marzo de 2008

Tenía quince años y nunca había salido de mi pueblo sola. Ni siquiera podía orientarme en Tijuana. Ese día me paré en la escalera a pedirle permiso a mi papá para ir a Los Angeles, me dejó media hora ahí de pie sin darme una respuesta, mentí al decirle que me esperaban, que iba a un concierto para el que ya tenía boletos. Después de un largo silencio me dio el permiso. Mi mamá me llevó a la estación de autobuses en San Ysidro, me cruzó la frontera y esperó en la pequeña terminal apestosa a que saliera el Greyhound en el que su hija mayor se largaba sola por primera vez. Años después me diría: Ese día creí que nunca te iba a volver a ver. También ese día fue la primera vez que me dijo: Me das miedo.

Yo no sabía la dirección de la casa de mi tía, ni siquiera tenía su telefono. Cargaba con unos cuarenta dólares encima, algunas coras para llamarla, porque me imaginaba que al llegar a la estación de autobuses tomaría un directorio telefónico, de esos que colgaban de un alambre en las casetas, y que encontraría el número sin dificultad al lado del nombre de mi tia Chela. Imaginaba que les llamaría y ellos irían a buscarme a la estación, que me verían como la señorita valentía e independencia. Mira la Lore, salió solita de Rosarito y nos cayó de sorpresa, que atrevida ¿verdad?

Lo primero que recuerdo al llegar por primera vez a Los Angeles fueron los edificios en el horizonte, después las putas bajo la sombra de esos mismos edificios al caer la tarde, luego salir del autobus confundida y norteada, a una estación que tenía unas sillas con televisión integrada, misma que se activaba con monedas. En cada una de esas sillas mugrosas y grafiteadas había un homeless hediondo escupiendo al hablar con el aire.

Mi plan de rescate falló, por supuesto. El nombre de la tía no estaba listado en el directorio, las coras se me acabaron y no le entendía nada a la operadora, los olores de la terminal se me pegaban en los shorts blancos que se me ocurrió ponerme ese día. Sólo tenía un dato preciso: los tíos y primos vivían en la calle Valencia, que hacía esquina con un mercadito Jons (Este dato podría ser irrelevante para alguien a cuya cultura le interesan los nombres de las calles, pero en mi pueblo la precisión de las direcciones es tajante: dale vuelta a la derecha dos cuadras antes de llegar al oxxo, es en una puerta amarilla, a un lado de donde está el perro que ladra mucho. Este paréntesis podria alargarse dos páginas y causar algo de risa en el lector si contara la cantidad de veces que han fallado operativos policiacos gracias a oficiales que llegan preguntando por el nombre de la colonia y ponen cara de aturdidos cuando se les dice que es por el Oxxo que está frente al McDonald's... en fin es chiste regional, perdone usted).

Levaba una mochila y el pelo suelto, largo y rizadito, un hombre se me acercó para preguntarme si quería un taxi, le dije que sí, que iba a la calle Valencia, que de a como iba a ser, me respondió que me cobraría $5 dlls, me gustó la idea por barata, pero al salir de la estación me abrió la puerta de un carro sin señal de taxi, pensé lo que sigo pensando ahora: estoy loca, pero no idiota. El tipo me llevaba del brazo pero me zafé asustadísima y entré de nuevo en la terminal. Volví a los teléfonos, ya en estado de angustia porque se hacía tarde y mis opciones eran salir de ahí o ir a pelear con algún homeless por una silla con tele y quedarme hasta que se me acabaran los cuarenta dólares echando moneditas en la ranura cada que se apagara la pantalla. Finalmente la señorita valentías hizo su aparición (así es, los alters existen desde hace mucho tiempo), salí de la estación y me pare frente a un taxi que parecía de sitio:

--Cuanto me cobra por llevarme a la Valencia?
--Cinco.
--Vámonos.

Era un señor mayor, canoso, con acento de mexicano que ya ha vivido demasiados años en Estados Unidos, de esos a los que se les hace como un aire, un silbido debajo de las palabras, y que casi resbalan las erres pero mezclan el ansina con la troka, y el haiga con la breka. Todo el camino a la casa de mis tíos el hombre me fue regañando: ¿cómo andas tu sóla? ¿no te da miedo? ¿de dónde vienes? Si yo fuera tu papá no te dejaría salir. Esta ciudad es muy peligrosa.

Al dar vuelta en el Jons reconocí la calle, el hombre me preguntaba el número, pero yo no sabía ni eso, mi única esperanza era reconocer el edificio y sí, sin ningún problema. El taxista me cobró siete dólares al final, no explicó por qué, pero supongo que la regañiza que me puso en el trayecto valía dos dólares.

lunes, 24 de marzo de 2008

Lo que más me desagrada de este pinche país es que no hay amables señores vestidos de verde que ponen la gasolina a los carros y limpian el parabrisas y miden los niveles de aceite y ponen agua y revisan el aire de las llantas. Son tan lindos... la próxima vez que vaya a mi gasolinera habitual daré el doble de propina.

Ahí me tiene usted como la India María parada frente a una estación de gasolina en Sunset, donde me tengo que bajar del carro y decirle a un pariente de Apu (el de los Simpsons) que me venda gasolina, y él me pregunta a qué número y yo le digo que mi carro no tiene número, que es el que está ahí afuera, que le ponga la gasolina a ese carro. Y ahí me tiene usted enfrentada a una manguera que debo insertar en el tanque de gasolina yo misma. Y el muchacho de las ojeras al lado disimulando la risa cuando le digo: can you tell me if I'm doing this right? I've never done this before. Yo, con una manguera de gasolina en la mano, hay cosas que no deben ocurrir en este mundo, una de ellas es esa.

(posteado desde el mismo escritorio, del mismo departamento del mismo oeste de Hollywood, al lado de la tercera copa de vino que me robé del refri de Alicia y Román, a punto de salir a fumar el segundo bali shag en dos días).

domingo, 23 de marzo de 2008

Resucita Jesucristo, matan a Colosio y naces, aqui cerquita.

(llevo media hora pensando como decir feliz cumpleaños sin decir feliz cumpleaños)

Posteado en algún escritorio de algún departamento en West Hollywood, después de volver de una fiesta donde el alma de la misma (Ninis) se durmió en el sofá.

jueves, 20 de marzo de 2008

nohehechomaletanohetendidomicamanomehebañado

misdecisionessiempreseacompañandeunbreveolargoprocesodeautoflagelacion

unperritolloraenlacallemedueleelcuellometranquilizarehastaequeesteenlacarretera

miércoles, 19 de marzo de 2008

Y el banco, y el spring break a todo lo que da y a la mitad de lo que daba hace unos años.

Where can I buy testosterone? Where can I buy painkillers? Do you sell pot?

It's sunny. Una viejita gringa me pide fiados unos capri 120's, regresa más tarde con dinero y una varita de nardo, me la regala.

Mathew, un gringuito de 19 me distrae por la mañana, me cuenta del día en que se escondió painkillers en el períneo. La policía tijuanense fue bondadosa, sólo le quitaron las drogas y unos $40 dólares. Le fue bien.

Sus amigos llegan, se sientan en la salita, platicamos, fuman un José L. Piedra y un Montecristo Edmundo, los trato como a seres humanos, les da tanto gusto que yo no los vea con cara de ATM, que uno de ellos sale y regresa con una botella de Absinthe que tenía en su cuarto de hotel, me la regala.
Estaba oscuro. Alguien me dijo: roncas. Dejé de dormir hace más de dos horas. Velas, porque se fue la luz.

(me gusta caminar sobre las flores que caen de los árboles en primavera, es mi complejo de jesucrista en domingo de ramos).

Me duele un poco la cabeza.

domingo, 16 de marzo de 2008

Cada granizo era del tamaño de una pelota de ping pong, los escuché rebotar en el tragaluz y el techo. La luz de los rayos y los relámpagos se traslucía a traves de los párpados dormidos. El dolor de cabeza, el sueño desmayado, demasiadas almohadas bajo el cuello, un olor a palomitas quemadas flotando dentro de la casa, fueron los elementos que me hicieron despertar la primera vez. El frío de madrugada no me dejó levantarme de la cama y me quedé dormida de nuevo. Más tarde me levanté con el dolor de cabeza fortalecido, el frío aún más pinche, el cuello más torcido y el chingado olor de palomitas quemadas empalagándome la garganta. Rocié de lysol todo el camino al tylenol. No recuerdo mayor cosa, sólo que el olor a palomitas se debilitó y que aventé las almohadas a mis pies.

El aguacero, la granizada y los narcos acabaron con el spring break de Rosarito. Por la tarde estaba sentada en la barandita, el camel acompañado de un capuchino prestado, dos parejas de paisanos de Los Angeles cruzaron la calle frente a mí, iban envueltos en cobijas de sarape, de esas que valen ocho dólares en las curios, seguro olvidaron las chamarras, quién sabe que pasa con los gringos (o los mexicanos que se hacen gringos, o los que viven rodeados de gringos), que andan siempre destapados y luego cuando se encuentran con el frío de verdad se envuelven con el primer trapeador que se les atraviesa. Ya no hubo bikinis, ni chicas XX, un gringo viejo local se sentó en la maceta húmeda a mi lado. Viejo conchudo, con lo que me encabrona que se sienten en las macetas, debo plantarles cactus a ver si se siguen sentando... lo único malo es que me dieron la maldición de que los cactus atraen problemas, y eso es lo último que quiero cerca de mí. El gringo me da las buenas tardes, yo le pregunto el cómo está de rutina, me responde sin pensarlo mucho: viejo, cansado y pobre, así estoy.

sábado, 15 de marzo de 2008

--don't let me drink champagne Lore! Champagne is my kryptonite. Te acuerdas cuando tomábamos Champbrullè, tha's my deadly kryptonite, me ponía violenta... te acuerdas que andaba queriendo pegarle a unas hoochis en el Papa's con la Elsa?

(mi respuesta son carcajadas irreprimibles)

viernes, 14 de marzo de 2008

El jeep/cafetera vira en la esquina de la iglesia. Frente al bar de la vuelta, un grupo de mujeres alza los brazos al cielo, al tiempo que gritan y retuercen los cuerpos. Hay un gran inflable de lata de cerveza Dos Equis frente a ellas, todas visten bikinis verdes con el logo de XX en algún pedacito de tela, son al menos diez, una de ellas es la más buena: curvas, caderas anchas, una barriguita interesante (así es, las panzas pueden ser interesantes). El resto son mujeres cuyos cuerpos son consecuencia de la desnutrición infantil. Es devastador cuando la pobreza, los errores genéticos, la mala alimentación, la ausencia de cuidados maternos, la autoestima enclenque, se intentan cubrir con tintes, maquillaje, tacones y calzones de media nalga.

El jeep/cafetera pasa despacito, la tripulante fija la mirada, observa los movimientos que simulan alegría, se pregunta cuanto le pagarán por día a cada una de las mujeres y si estarán ahí por la noche. Por un momento piensa en acercarse a tomar una foto, o situarse al centro y darle la cámara a un mesero para que la retraten en medio de tanta felicidad, con la cara recargada en el hombro de la más buena, sonriendo.

jueves, 13 de marzo de 2008

Sueño que alguien muere, un político, es el día en que toma protesta. Tener que ir a clases o algo por el estilo. En el camino me doy cuenta de que tengo dos dientes flojos, me los saco, debajo hay dos dientes cafés y pequeños, viejitos, en el espejo se ven mal. Al verme descubro que vienen naciendo dientes nuevos. En algún momento me saco los dientes cafés, no me duele, pero me da miedo, pienso que me quedaran huecos, pero los dientes nuevos nacen con rapidez, quedan más derechos que los que perdí y son más blancos que los demás.

Voy a un bar con un pretexto, al salir aviento con la puerta un tronco, al hacerlo descubro un torno filoso y herramientas para limpiar chimeneas, los tomo y le advierto a la encargada que no debe haber eso ahí, que es peligroso.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Ninis escucha en la tele por primera vez la pregunta: ¿qué fue primero, la gallina o el huevo?

--Qué pregunta más tonta, claro que primero es la gallina, si no ¿quién pone el huevo? verdad mamá?
--Pues sí Ninis, pero de donde vino la Gallina?
--Ay mamá, pues de la granja.
si eres hombre, y me agregas al msn, por favor tomate el tiempo de leer mi blog antes si? soy una vieja rancia de casi 40 años, casada, fea, gorda, con mil hijos, renegada y malencachada. No me agregues y me digas pendejadas como "hola dulce, que edad tienes mi amor"
No imbecil, ni soy dulce, ni soy tu amor, si no sabes quien soy, NO ME AGREGUES AL MSN.

Ahora, si eres lector de esta lamentable porqueria de blog, entonces si puedes agregarme, si quieres una consulta con la Dra. Confleis, tambien puedes agregarme, si tienes algun chisme interesante, o una idea para el blog, comentario, mentada de madre y etc... puedes agregarme a tu msn.
Si quieres regalarme dinero, puedes agregarme
Si quieres invitarme a pistear puedes agregarme
Si te debo lana, no puedes agregarme.
Si tienes el pelo como Javier Batiz, puedes agregarme.
Si tienes perros miniatura no puedes agregarme.
Si no te gusta el higado encebollado no puedes agregarme.
Si estas medio pendejo puedes agregarme ( para reirme de ti pues)
Si estas jarioso no puedes agregarme
Si no comes frutas y verduras no puedes agregarme.
Si no te gusta SUPERBAD no puedes agregarme.
Si vives en Rosarito no puedes agregarme.
Si conoces al Judio , puedes agregarme.
Si ya escuchaste el cd de Mijares SWING EN TU IDIOMA puedes agregarme para vomitarnos juntos.


Tomado de Odio los viernes, blog de Conflictiva: http://conflictiva.blogspot.com

lunes, 10 de marzo de 2008

Un matadero...

Eran cinco adolescentes en un camino vecinal (según los diarios); niña de catorce encimada con cuatro hombres de dieciséis a veintitrés: sangre, hoyos, cuerpos descansando en la tierra, 142 casquillos de cuerno de chivo. Por la manera en que se encontraron los cuerpos se dedujo que estaban arrodillados cuando les dispararon.

Era un tipo que entró echando bala a un Wendy's en Florida. Volaron las papas fritas y la olla de chilli, un muerto aquí, un montón de heridos allá, un gerente llamando al 911 con el brazo colgando de un cuerito.

Era un niño de highschool en Oxnard que le dio un "be my valentine" a uno que se lo regresó con un balazo en la cabeza.

Me cansé de hacerle al ALARMA! quiero ver películas felices y hablar del modo más efectivo de lavar una colcha de plumas. También necesito decir mis sueños al despertar para al menos recordarlos hasta que se haga de noche de nuevo. Y voy a invitar a pocos amigos a la minicasa porque las fiestas grandes ya me pierden y me dan sueño. Quiero evitar pensar en tiros cada que los perros le dan al tambo de basura vacío del vecino. Quiero pastel y palomitas y masajes de pies, de piernas, de manos, de orejas. Comprar colchones y escuchar de las bodas evitándo estar en ellas. Limpiar los tiles del baño. Evitar nombres de escritores y de libros, evitar las grillas cultural y literaria. Estar aparte. Quedarme lejos. Evitar la pregunta: "¿Qué has hecho?" con silencio y sonrisa arrogante. Responder el: "me va muy bien" con un mudo "a quien le importa". Dejar de leer los periódicos.

sábado, 8 de marzo de 2008

Only women at the table, we used to be classmates, or we would bump into each other on the halls. Now we sit and have wine (I have tequila). We were students, now we're teachers. We would get drunk together or complain about a crappy class, now we listen as someone says she has grandchildren, or got divorced, or survived breast cancer, or leaves to London in three days, or goes out with puertorican dancers, or gets a facelift, or is working on her masters. I tell them about my little seven year old taurus who defends the right of single women to have children without getting married and who knows how to solve equations, and hates showers.

The house sits at a very high hill in Tijuana, I love the view.

--Tu loma rifa Mely, tu casa es una montaña.
--Se cae a pedazos pero sí, rifa.

jueves, 6 de marzo de 2008

Uno sonrie, se sorprende, habla casi para él mismo:

--Por cierto, nunca me he dormido en tu clase, es raro, siempre me duermo en las otras.

Otro advierte al presentar su texto.

--Mi ortografía es muy mala, te van a sangrar los ojos.

martes, 4 de marzo de 2008

Te voy a decir lo que pasa conmigo: llega un momento en que no siento nada, ni tristeza, ni odio, ni rencor, ni nostalgia. Me da hueva, es todo. Pierdo el interés y me da lo mismo lo que pasa con las cosas o con la gente. Siempre es así, no es algo que me guste sentir pero por lo menos es sano, una buena manera de estar a salvo.

(...)

Sol de mediodía, silla, cigarrillo, uñas recién pintadas. Moto, mochilas de cuero, cartas. Me mira, se detiene en el nombre del rótulo, vuelve a mirar. Saca un sobre amarillo de la mochila, al acercarse dice mi nombre, pide una firma y deja el sobre. Muchas grapas, remitente conocido: el libro, no puede ser otra cosa. Y sí, el libro, algunas postales, un flyer donde se anuncia a Los Nasty Loren y a La Función de Repulsa, una nota de más vale tarde que nunca. Los sobres y las cajitas felices siempre me dejan sonrisa idiota.

(...)

Así es, los carteros mexicanos andan en moto.

lunes, 3 de marzo de 2008

The latest verb that a student has taught me:

Aprimotapiar.

Se refiere a las personas o cosas que permanecen aisladas, sin progreso, en actitudes o situaciones de conformismo. Primo Tapia es una pequeña comunidad pesquera al sur de Rosarito famosa por los sobadores, los mediobrujos, los restaurantes de langosta con frijoles, arroz y tortillas de harina (Puerto Nuevo) y ya. No hay mucho más que hacer.
The nicest compliment that a student has given me:

"Uste se la rifa profe, me gusta su clase".
Te voy a decir algo que te hara sentir vieja (pausa dramática): Blogger.

Me lo dijo el que se casó a escondidas.

sábado, 1 de marzo de 2008

I dream.

An old friend. A city, sort of a very urban Tijuana, I live there in a church that no one visits anymore, but is not abandoned. The walls are beige, some of the windows are very thin lines, I keep opening them because i want air to circulate in the space, but when I leave and come back, the windows are closed again.

I'm preparing myself for a party, I will make a fish, it's a big salmon, I give away some of the flesh and keep most of the skin, I save it, when I go back to see how it is, there are some tiny flies and mosquitoes around it.

There is a feast, a very long table, Ninis sits at the end, I look from a distance. Someone gets a hose and wets the table with it, then, I see a big flash of fire, it's very close to her. Shes wearing pink pants and a white sweater. As this happens i'm looking at a gift that someone gave me: cheap cigarette cases and holders, filters. Ninis comes close to me, i start checking on her to see if she has any burns, her skin is intact. I smell her clothes and her hair, she's fine, the fire didn't reach her.