Viktor, en la femme Nikita.
El pozolero del Teo.
(y me falta el infame Mr. Wolfe... oh y había otro 'cleaner' en un programa de tele ochentero que se llamaba wiseguy, uno de mis amores de pubertad fue Vinnie Terranova)
viernes, 30 de enero de 2009
lunes, 26 de enero de 2009
(Post tomado del blog de Omar. este viaje se sintió un poco re-run y este post lo sería si lo escribiera yo, por lo tanto, recurro al plagio.)
(las cursivas son de Omar, los paréntesis míos)
L.A. times.
subimos a L.A. la granola la lore y yo. llegamos con el román, le dolía la espalda pero fue buen guerrero y salió de fiesta con nosotros.
subimos a L.A. la granola la lore y yo. llegamos con el román, le dolía la espalda pero fue buen guerrero y salió de fiesta con nosotros.
(lore cargaba la medicina de román en la bolsa y servía de brújula descompuesta en lo que bajaba su programa de orientación geográfica)
fuimos al supersonic/L.A. art show y tomamos gratis.
lavadora y secadora de madera comprimida. pieza by don't know who pero está chukis.
roman y granola con el basquiat atras
despues de la línea del free beer
los modelos posando frente a las fotos de Esteban Martinez y su proyecto love marks
chale, hasta ahora me doy cuenta que no tomé fotos de mi pieza, chale la verguenza trabaja de la mano de mi subconciente.
comimos in & out que me jodió la panza: in muy bien, rico; out no les quiero contar. pregúntenle al román o a su baño.
(nadie le dio carrilla, bueno, sí, román no se pudo callar y pidió velas, cerillos, sugirió abrir la ventana y cortina del baño. lore opinaba en silencio que lo que les daño el estómago fue comer hamburguesas con café, ella fué muy feliz con su diet coke y con el hecho de que a pesar de ser la primera vez que comía ahí, pidió las papas especiales que no están en el menú, recordaba que se llamaban monster, animal, beast, algo por el estilo, y el cajero le aclaró que eran "animal fries" con salsa rosa, queso y cebollas caramelizadas)
fuimos al supersonic/L.A. art show y tomamos gratis.
(lore cambió su margarita porque era demasiado dulce, román caminaba entre la crowd con aires de coleccionista de arte y cada que volvía narraba historias sobre un trasero bien formado, un par de piernas perfectas, un escote rebotón. esteban y su novia posaban frente a sus lovebruises. recorriamos los pasillos entre murakamis, warhols de $65,000 dlls, hirsts, rauschenbergs, et al, todo a la venta como si fuera swapmeet)
después a un bikini bar, el jumbos o algo así. Perdimos unos dolaritos en apoyo a las artes escénicas después a cenar.
(la lore disfrazó su tacañería de responsabilidad diciendo que prefería darle un dolar a la ninis antes que tirárselo a una bailarina. la cena fue thai en toi, salpicada de caldito de camarón con bambú y hollywood stars sightings talk)
Llegamos a roman’s como a las 3 para que a las 7 de la mañana la lore ya estuviera haciendo ruido
(café, regadera tan helada que mejor renunció a bañarse la muy cochina y luego ella y el román se pusieron a hablar de sus cosas y ya no dejaron dormir a nadie) alistándose para ir a a comprar pipas, mas pipas, tabaco, cosas para apaciguar a la población bajacaliforniana.
Después a comer al infierno
(philipis, french dipped sandwiches, el limbo de la nostalgia babyboomer).
Después a pasear a melrose. Después otra vez al show y luego down to the border.
Después a pasear a melrose. Después otra vez al show y luego down to the border.
(en la parte que sigue van fotos, para verlas, pásele al blog de omar)
lavadora y secadora de madera comprimida. pieza by don't know who pero está chukis.
roman y granola con el basquiat atras
despues de la línea del free beer
los modelos posando frente a las fotos de Esteban Martinez y su proyecto love marks
chale, hasta ahora me doy cuenta que no tomé fotos de mi pieza, chale la verguenza trabaja de la mano de mi subconciente.
viernes, 23 de enero de 2009
Exhibición de arte de los estudiantes de maestría de distintas universidades, entre ellas UCSD, donde estudian el Omar, la Ivonne, el Esteban:
La expo es en conjunto con LA Artshow, del 21 al 25 de enero en el Los Angeles convention Center.

The first Supersonic was held at the Art Center College of Design in Pasadena. Supersonic 2005 moved to the L.A. Design Center in South Los Angeles; and, Supersonic 2006 was on display at the Los Angeles Municipal Art Gallery in Barnsdall Park. The public success of these three exhibitions has prompted the Los Angeles Art Show to offer the organizers of Supersonic 2009 space in their new home at the Los Angeles Convention Center.
miércoles, 21 de enero de 2009
Estoy afuera.
(always have been, but now i know it)
No tocaré ninguna puerta ni me sentaré en el tapete, no esperaré a que llegue algún vecino y abra el portón para poder quedarme leyendo en las escaleras que huelen a mantequilla. No.
Sólo dejaré una nota que diga:
Estoy afuera.
Luego caminaré mientras cae la lluvia y me iré a un bar donde conoceré a un catalán molacho y sonriente que trabajará de cocinero en algún lado y que me invitará a cenar a su casa y a quien diré: No.
Me despediré y quedaremos de vernos al día siguiente, temprano, el llevará un abrigo negro y una bufanda de rayas, fumaremos, caminaremos al lado de un río, entraremos a un bar-barco calientito y oscuro, beberemos agua y vino, hablaremos mucho, porque yo estoy harta de hablar en inglés y él está hasta la madre del alemán. Al salir, nos despediremos. Nunca recordaré de qué hablamos, ni su nombre, ni cómo volví a casa.
(los dos párrafos anteriores se refieren a algo que ocurrió hace muchos años en Berlin)
Hoy, vuelvo a dejar una nota (ésta) que dice:
Estoy afuera.
(pero hoy no hay lluvia, ni escaleras que huelen a mantequilla, ni catalanes cerca, ni ríos, ni bares-barco, ni bufandas rayadas y quiero tocar alguna puerta o sentarme en algún tapete, quiero un vecino que me abra el portón, pero estoy afuera y no hay nadie)
(always have been, but now i know it)
No tocaré ninguna puerta ni me sentaré en el tapete, no esperaré a que llegue algún vecino y abra el portón para poder quedarme leyendo en las escaleras que huelen a mantequilla. No.
Sólo dejaré una nota que diga:
Estoy afuera.
Luego caminaré mientras cae la lluvia y me iré a un bar donde conoceré a un catalán molacho y sonriente que trabajará de cocinero en algún lado y que me invitará a cenar a su casa y a quien diré: No.
Me despediré y quedaremos de vernos al día siguiente, temprano, el llevará un abrigo negro y una bufanda de rayas, fumaremos, caminaremos al lado de un río, entraremos a un bar-barco calientito y oscuro, beberemos agua y vino, hablaremos mucho, porque yo estoy harta de hablar en inglés y él está hasta la madre del alemán. Al salir, nos despediremos. Nunca recordaré de qué hablamos, ni su nombre, ni cómo volví a casa.
(los dos párrafos anteriores se refieren a algo que ocurrió hace muchos años en Berlin)
Hoy, vuelvo a dejar una nota (ésta) que dice:
Estoy afuera.
(pero hoy no hay lluvia, ni escaleras que huelen a mantequilla, ni catalanes cerca, ni ríos, ni bares-barco, ni bufandas rayadas y quiero tocar alguna puerta o sentarme en algún tapete, quiero un vecino que me abra el portón, pero estoy afuera y no hay nadie)
martes, 20 de enero de 2009
lunes, 19 de enero de 2009
Enseñar literatura a adolescentes es una chinga, pero me gusta. Mañana empiezo clases de nuevo, tengo dos grupos de terror, uno en particular, hay mucha apatía, trampa, actitudes retadoras, ganas de molestar a la profe, pero también hay momentos buenos.
Hay otro grupo, el taller de escritura, con ellos tengo clase a deshoras y son una maravilla. Los adoro, creo que ellos también a mí. A ver quien llega esta vez.
Estaban:
Alex, que escribe las cosas más absurdas.
Sergio, pienso en el cuento de un carnicero.
Rodrigo, valiente, retador, perfeccionista.
Krizia, obsesión con las ardillas, cerdos que fornican con aguacates, etc.
Pablo, reincidente, escribe fantasía, entre futurista y medieval, nunca faltan las luchas con espadas.
Alexander, textos plagados de palabras como: mierda, puto, culero.
Jennifer, seria, tímida, callada.
Silvia, dulce, aventada, escribe erótica.
Méraly, indefinida, cuidadosa.
Rico, desenfocado, muertodelarisasiempre, furioso.
Elisa, voz aguda, escribe poco pero nunca falta.
Aisha, enamoradisima, creo que ya no vuelve.
Isabel, perfeccionista, siempre a la defensiva, escribe de vampiros.
Me llegaban más, aunque ellos eran los que estaban siempre. Tomaré este semestre como el de la despedida, ya tengo que hacer otras cosas, quiza vuelva después, pero por ahora estos son los últimos meses.
Hay otro grupo, el taller de escritura, con ellos tengo clase a deshoras y son una maravilla. Los adoro, creo que ellos también a mí. A ver quien llega esta vez.
Estaban:
Alex, que escribe las cosas más absurdas.
Sergio, pienso en el cuento de un carnicero.
Rodrigo, valiente, retador, perfeccionista.
Krizia, obsesión con las ardillas, cerdos que fornican con aguacates, etc.
Pablo, reincidente, escribe fantasía, entre futurista y medieval, nunca faltan las luchas con espadas.
Alexander, textos plagados de palabras como: mierda, puto, culero.
Jennifer, seria, tímida, callada.
Silvia, dulce, aventada, escribe erótica.
Méraly, indefinida, cuidadosa.
Rico, desenfocado, muertodelarisasiempre, furioso.
Elisa, voz aguda, escribe poco pero nunca falta.
Aisha, enamoradisima, creo que ya no vuelve.
Isabel, perfeccionista, siempre a la defensiva, escribe de vampiros.
Me llegaban más, aunque ellos eran los que estaban siempre. Tomaré este semestre como el de la despedida, ya tengo que hacer otras cosas, quiza vuelva después, pero por ahora estos son los últimos meses.
sábado, 17 de enero de 2009
viernes, 16 de enero de 2009
I am much of a birthday orphan. Don't know the story, not even the time of the day
All I know is that I had a big head, and that i opened the way for my brothers and sisters, the dead and the alive.
(my head got bigger and tougher with time).
I can make up the story, maybe google the day and say:
"It was cold and rained, an old lady died in the floor right below mine, right under my bed, exactly at the same time that i started to breath".
But seriously. Nothing great happened, it was 1975 and it was a public hospital, it was Tijuana, my mother was 20, my dad was 30.
I looked like a small alien: long, thin, with a big head.
still do.
All I know is that I had a big head, and that i opened the way for my brothers and sisters, the dead and the alive.
(my head got bigger and tougher with time).
I can make up the story, maybe google the day and say:
"It was cold and rained, an old lady died in the floor right below mine, right under my bed, exactly at the same time that i started to breath".
But seriously. Nothing great happened, it was 1975 and it was a public hospital, it was Tijuana, my mother was 20, my dad was 30.
I looked like a small alien: long, thin, with a big head.
still do.
(perdone usted las rimas, me da hueva corregirlas)
miércoles, 14 de enero de 2009
Podría escribirle de los sueños, de las lagunas escatológicas, del condón que se paseaba en el carrusel de aguas negras, del proceso de potabilización del agua, de los implantes de senos, de la adicción a la cirugía plástica, de las alergias, de la decadencia de los narcos noventeros, de la tierra coloradita que llega con el agua desde la presa del carrizo.
Pero
no tengo ganas.
Pero
no tengo ganas.
Ninis va en el segundo taco de guisado de bistek con papas.
--Si ¿verdad? pero tú me ayudas a hacer las salsas.
--Oye mamá ¿la gente a veces presiona uvas con los pies para hacer vino?
--Pues sí, creo que hay gente que hace vino así.
--Ah, entonces ya sé cómo voy a hacer la salsa.
sábado, 10 de enero de 2009
¿Tiene usted objetos que complementan su proceso del recuerdo?
¿Acaso resulta que para usted la memoria no es suficiente?
¿Esta rodeado(a) de cartitas de amores caducos?
¿Tiene usted ropa que guarda solo porque sus manchas/olor/imagenes le recuerdan algún momento feliz/trágico/determinante dentro de su vida?
Si respondió afirmativamente a cualquiera de estas preguntas le tenemos una propuesta:
Proximamente en la casa de Omar Pimienta (tentativamente) tendremos una fiesta-hoguera en la que destruiremos parte de los archivos de nuestra historia personal. Lo invitamos a que haga lo mismo, reuna dentro de una caja todos las evidencias de esos momentos que quiere usted quemar, y acompáñenos.
Si le queda muy lejos pero quiere participar, puede hacer envío de sus recuerdos por correo, acompañados de una nota donde se especifique el momento que le trae cada uno de los objetos que nos envíe, alguien leera su historia y arrojará todo al fuego.
Todo esto será documentado en video.
Lo único que es necesario recordar es que se ha olvidado.
sábado, 3 de enero de 2009
jueves, 1 de enero de 2009

Fumabas encerrada en un baño desconocido acompañada del ruido del extractor. Afuera escuchabas los comentarios sobre la calidad de la champaña, que ascendía conforme avanzaba la noche: Kobe, Moet Chandon, Veuve Clicquot. Estabas en un estado en el que marcas y sabores te daban lo mismo, que si más dulce, que si más seca, como sea, llenen mi vasito de plástico pintado de rojo, así de ladito para que no se vayan las burbujas que a estas alturas es lo único que importa.
Te sentaste con la familia de Felipe, mientras el Chris aprendía español tirando las cartas de la lotería: la dama eras tú, el valiente no era nadie, el negrito era "El presidente Obama".
No ganabas, nunca ganas en nada, el adagio (diría el Bernardo) te persigue: "siempre te pones del lado de los que van perdiendo". Hasta que llegó tu hija a hacer equipo contigo y unos minutos antes de la media noche jugaron el último juego, con La Rosa gritaron "Lotería" juntas, se abrazaron, todo fue felicidad, tuviste la euforia momentánea de los apostadores cuando recogiste el dinero de la mesa, eran un montón de pennies y monedas descontinuadas, pero eran tuyas y de ella. Y ganaron, y era la media noche y las uvas y los deseos y los abrazos y más champaña y un cigarro en la terraza, a solas, repitiendo la palabra pinche.
Despiertas con el sabor de la champaña caramelizado detrás del paladar, es temprano, quieres agua. Luego te pasa lo mismo de siempre: empiezas a pensar pendejadas. Te detienes en los objetos, el lenguaje, la memoria, la comunicación, las vidas fragmentadas. Te sientas en el sofá de la salita minúscula y observas cada cosa que te rodea, cada cosa que no necesitas. Tienes el impulso de tirar todo a la basura. Piensas en la obsesión por los objetos, el status que representan en su dueño, sus ausencias, deseos, recuerdos, ser. Y luego la saturación, la adoración del objeto y el intercambio de valores: la vida a cambio de objetos y no los objetos para mejorar la vida.
Luego piensas en el hambre de los alumnos cuyos padres invierten la vida en trabajar para poder pagar las escuelas privadas más caras, el vecindario que no tiene baches y la casa enorme, con el refrigerador carísimo vacío porque nadie tiene tiempo de preparar comida. El hambre de los afortunados te lleva al dinero como objeto inútil que se acumula y que no cumple con su función primordial de ser objeto de intercambio. Después de un largo paseo entre el mercantilismo, la producción, el consumo, te vas a la tecnología y a la soledad, a la gente pegada al teléfono en la calafia y el taxi, a las palabras inútiles, al ruido de las voces a través de las ondas, los silencios del walkie-talkie, la venta de tiempo de uso prepagado en los mercaditos de franquicia y todo, lo que sea, treinta pesos, a cambio de una ilusión de compañia, y de 160 caracteres silenciosos dentro de un mensaje de texto.
Y bueno, después de todo eso, la consecuencia natural eres tú, aqui, hablándole al que vaya pasando dentro del pequeño universo en que se convierte tu vida cuando te sumerjes en la computadora. Nuevamente el objeto, la comunicación, el lenguaje, el consumo, la libertad, la soledad, la compañía, el ego.
Concluyes:
Estoy cruda.
(Por fin, una verdad)
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